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unlugardondearder

London town again

Preparar un viaje con más de 4 meses de antelación tiene sus riesgos, porque nunca puedes prever lo que te va a pasar cuando pisas un lugar. Laura y yo decidimos, gracias a un regalo de nuestros padres, viajar de nuevo a Inglaterra para terminar de ver lo que nos quedaba de Londres y descubrir el sur de la isla: Canterbury, Bath... Pero la realidad es que, como decía hace no demasiado, cualquier plan es inútil cuando Londres está por medio. 

Londres es una ciudad con una personalidad tan definida que acabas por cogerle aprecio como a una persona. Leí hace poco a un autor que decía que la neblina y la calima que hay en Londres casi constantemente te empapa el alma y te ensucia el pelo a partes iguales. Y no le faltaba razón. Caminar por Bloomsbury hasta Oxford Street, que nieve en Portobello Road y que veas a los supuestos anticuarios recogiendo sus pertenencias sin ninguna prisa, que el viento salvaje haga que Tower bridge se queje doliente, ver una pista de tenis en las praderas de la Torre de Londres, entrar a ver un debate en la Cámara de los comunes, caminar por la City desde Holborn, pasar por Fleet Street sin ver ni periodistas ni barberos, entrar en Kensington Gardens y ver cómo brilla el Royal Albert Hall... Todo eso es Londres. 

Sumando todas mis visitas, ya he estado en la ciudad cerca de un mes. Y me sabe a poco.

3 comentarios

Lauri -

¿Por qué has puesto una letra tan rara?

Albus -

Sin duda el post que más me ha gustado... Tienes acento inglés!!

Sandra -

Te doy la razón primito. Londres es una pasada y ya estoy deseando volver otra vez. 5 días son muy pocos!!!!