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Popurrí

Popurrí Ante la avalancha de trabajo de este último mes, una avalancha que me ha impedido casi todo (siento no haber podido ir al concierto, Peter...) he visto dos cosas. La primera, que hacía tiempo que no actualizaba. La segunda, que tampoco era una cosa que me importara tanto. Ya lo he dicho alguna ocasión: cuando estás todo el día juntando letras, cuando quieres descansar lo que menos te sale es sentarte a escribir más. Supongo que cuando esté algo más tranquilo recuperaré el tiempo perdido de alguna manera y me compensaré.
No obstante, es inevitable hablar de crisis en estos días. Vivimos una situación jodida, angustiosa, llena de vericutos que impiden una correcta comunicación al respecto de la misma. El otro día entrevisté al Presidente de las Bolsas y Mercados españoles. Coincidió con el segundo peor día de su carrera (según me dijo su jefe de prensa): el Ibex había registrado la segunda mayor caída de su historia. En el momento en el que me lo dijo, no sé si condicionado por los titulares de los periódicos o por escuchar todas las mañanas a Francino, pensé que probablemente no sería la última vez que pronunciaría esa frase, y que la mañana siguiente el parqué del piso de abajo, donde estaba la Bolsa, volvería a resentirse. De todas maneras, me quedo con algo que me dijo Zoido, que así se llama el menda en cuestión: esta época es como si hubieras estado una temporada poniéndote morado. Has comido mucho y bien, has bebido, te has divertido... ahora resulta que no te vale ni un pantalón y que el médico te ha aconsejado que aflojes un poco tu ritmo de vida. El mercado es igual. Ahora toca la época de la dieta.
¿Cuál creo que es el verdadero problema de esta historia de la crisis? Que no tenemos ni puta idea de por qué suceden las cosas. Es decir. Los analistas aparecen a posteriori y nos cuentan lo malas que eran las subprime, o que la burbuja inmobiliaria española lo hace todo más difícil... Nadie es capaz de anticiparse a la noticia. Luego, por otra parte, el común de los mortales que intenta informarse sobre lo que sucede no consigue acceder a un lenguaje clarificador y lo único que quiere ver es que ha bajado el Euribor y que va a tener un respiro. '¿Más dieta, señor Zoido? Si llevo comiendo pan con pan dos meses...'
En otro orden de cosas, el otro día terminé un par de cosas. Shortcomings, de Adrian Tomine, y algunos libros que tenía a medias. La solución final, de Chabon, De qué hablamos cuando hablamos de amor, de Carver... He comenzado a leer los cuentos de Kipling. De momento son increíbles, aunque llevo sólo 50 páginas...
En música, como siempre voy a la zaga y espero a que Pedrito actualice su blog para volver a escuchar algo novedoso. Tratando de soportar la espera, escucho a Duke Ellington y a Wes Montgomery... El otro día, por cierto, escribió mi admirado Enric González una cosita en El País semanal sobre Robert Johnson. Un motivo más para escucharle, de verdad... haced caso a un hombre sin tiempo....

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