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Un fin de semana solo... No sólo un fin de semana

Un fin de semana solo... No sólo un fin de semana

Hace un par de semanas Laura se fue a pasar el fin de semana con su familia a la playa y me quedé en casa solo. Y aproveché para hacer aquellas cosas que no acostumbro a llevar al día últimamente, porque es cierto que cuando uno decide compartir espacio físico con otra persona, pierde una pequeña parcela de identidad y la mezcla de alguna manera con la identidad de su compañero/a, como diría la Ministra de Igualdad. Se enriquece mucho, se gana un poso importante que te ayuda a otras muchas cosas, pero ese tiempo que a veces te apetece dedicar a la soledad, el refugio de los valientes o de los estúpidos, como la llamaba no sé quién, se estrecha.

Así pues, en este fin de semana, en el que no salí apenas de casa excepto para organizar un par de cosas, aproveché para volver a ver 'El precio del poder' y comprobar cómo ha envejecido la obra de Brian de Palma. Vi después, soportando los bostezos que me había provocado Tony Montana, 'American ganster'. No pude con ella. Ridley Scott es uno de los directores que más desilusiones ha conseguido aportarme. Alien y Blade Runner me gustaron mucho. Cine de los 80 que sabe a clásico y que aguanta el paso del tiempo con un aroma especial, pese a esa mierda de los montajes del director con los que el menda ha tratado de reavivar la llama 20 años después... El caso es que 'American ganster' es un pastiche insoportable. El padrino del siglo XXI. Mis cojones. Lo mejor es el arte de la carátula del DVD, donde no se le ve la cara ni al pesado de Denzel Washington ni al turras de Russell Crowe. Las actuaciones, nefastas, planas, sin profundidad alguna... El guión, absolutamente previsible en cada plano, aburrido y plomizo. Y la música... ¿cómo cojones puedes hacer una película en el NUeva York de los 70 y que la música sea mala? Sólo Scott lo sabe...

El caso es que compré American Ganster porque venía en un pack con 'Promesas del Este', la tercera película de gansters que vi ese fin de semana. Compensó los malos ratos anteriores. Mantengo lo que dije en su día de la obra de Cronenberg. Una maravilla en todos los sentidos.

Aproveché para leer, para escuchar música (hacéos con lo que podáis de North Missisippi All Stars y de Lightspeed Champion... sus últimos discos son cojonudos de verdad)... y también para echar de menos la vida de soltero, la casa de mamá, las partidas con mi hermano... y después para echar de menos a Laura. Supongo que en ese refugio de valientes o de estúpidos no tengo sitio de momento en largas temporadas.

Siento no actualizar más a menudo, pero tenemos un mes de trabajo... de cojones. A ver si acaba pronto.

1 comentario

Albus -

Se te olvida comentar que no me ganaste ni una partida...
Anónimo