Blogia
unlugardondearder

Los días pasan

Los días pasan Y las cosas van cogiendo forma y color. Es como cuando te despiertas después de haber perdido la consciencia y tus pupilas tardan un rato en acostumbrarse a lo que están viendo. La luz artificial de la sala del hospital taladra tus córneas y con miles de puntitos brillantes empiezas a vislumbrar formas. Primero consigues caracterizar a tu madre, que está al lado de tu cama con un kleenex en la mano. Tu hermano mira por la ventana. Va vestido con traje y corbata, como si hubiera ido a tu funeral en vez a verte por tu accidente. Tu padre está de camino, seguro. Siempre está de camino a algún sitio. Y tu novia, con más ojeras que de costumbre, se lamenta en voz baja. El golpe ha tenido que ser duro. ¿Casco? Sí, lo llevaba puesto. Las motos no llevan cinturón de seguridad, así que eso no era parte. Sientes olor a piel chamuscada contra el asfalto. Tus antebrazos. Pararon la caída. Tu barbilla arde y la notas en carne viva. Un par de amigos tuyos intentan ligar con la enfermera que viene a tomarte la temperatura. El golpe ha tenido que ser duro. Recuerdas tu casa, recién amueblada. Tus libros en las estanterías sin polvo, tus cd´s abajo. Las películas que tanto te gusta ver por tercera vez en versión original, al cabo del mueble donde está la tele. Viajas por el interior de tu casa. Ves la cocina. Limpia como una patena, aunque el dicho nunca te gustó, porque la patenas era donde caían las migas de las hostias, esas que luego se bebía el cura en un cáliz dorado con vino caliente. El pasillo, de ese azul que no te gustó al principio, pero que terminó por convencerte. Sigues de viaje con los ojos abiertos y ves tu moto. Tirada al lado de un bordillo con pequeños restos rojos inclasificables. ¿Hombro? ¿Codo? ¿Rodilla? Y ves la calle en la que está. Al lado del portal de tu antigua oficina. El golpe ha tenido que ser duro. El golpe ha sido un despido, el cierre de tu periódico. Y ves que ha sido duro porque hay gente preocupada por ti. Pero ya me he puesto de pie, con esas batas de hospital que te dejan el culo al aire. Y el accidente ha sido sólo eso: un accidente. 

8 comentarios

José -

Escribís muy bien loco... pero dejate de joder con esa moto y vendela a la mierda... abrazo.

el emilio -

Si, si... que no sabias cómo hablar de tu culo...
Y parece que es lo que le gusta a tus lectores, jeje...

Pero bueno¡ME QUIERES MANDAR DE UNA PUTA VEZ LA DIRECCIÓN DE CORREO DEL GRUPOOOOO!!! Como no me lo mandes tu si que vas a saber lo que es un accidente, que no te van a quedar ganas ni de enseñar el culo...

Besitos para todos tus fans, a ti te lo daré en directo.

torpin -

Ey! torpedín, me alegra saber que ya estás otra vez con el culo al aire sobre la cresta de la ola. A ver si nos vemos pronto que hace tiempo que no te comento las nuevas películas de serie super B que no debes ver y que tu odias, jejeje.
Por cierto te vas a pasar algún día por el festival de cultura pop??? yo intentaré pasarme bastente este finde por ahí, a los airbag no me los pienso perder.
Un abrazo.

Lauri -

Una mala caída le pasa a cualquiera, sólo que no todos se levantan igual (algunos ni tan siquiera lo intentan). La cuestión es no rendirse, seguir en la brecha y sobre todo... SABER QUE NO ESTÁS SÓLO.
Hoy he pedido un deseo... ¿Adivinas cuál?

Sergio -

Gracias. A veces cuesta enfrentarse a las cosas que duelen porque al principio el propio enfrentamiento duele más... pero esas batas de hospital son jodidamente cómodas en verano. Hacéos con una. Besos.

Pedro -

Yeah, buen hombre... Gran post. Que no sea tan doloroso la próxima vez. Un abrazo

Marcos -

Una cosa más, tu administrador de blog me ha hecho una pregunta para publicar el comentario... me ha preguntado cuánto eran dos más dos. Joder, espero que la pregunta no vaya acorde con lo que se espera intelectualmente del lector. Cagüen to...

Marcos -

Tío, de los mejores posts que he leído tuyos. Enhorabuena. Ya estamos de pie, ahora sólo hay que avanzar. Espartanos... ¡Adelaaaaaaaante!