Esta mañana he pasado por delante del edificio Windsor. No lo había visto desde que ocurrió el incendio. Por la televisión las cosas impresionan menos. Casi te has acostumbrado ya a que por la tele todo es posible. Que arda el WIndsor, que exploten los trenes en Atocha o que se caigan las torres de Manhattan. Cuando he salido del metro me ha invadido la misma sensación que cuando vi la zona cero en NY en octubre o que cuando vi Atocha lleno de velas después del 11M. Un desasosiego absoluto, una impresión de caos incontrolado. Todo parece estar bajo unos cánones establecidos, parece que todo va por unos raíles de seguridad que tranquilizan. Pero la realidad es otra. Es esta.
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Borja -